La próxima vez que pienses o te digas “no tengo fuerza de voluntad para dejar de fumar” o “dejar de fumar requiere muchísima fuerza de voluntad” recuerda algo tan sencillo como que tú y cualquier persona tenemos la fuerza de voluntad necesaria y suficiente para alcanzar el objetivo de dejar de fumar.

No se trata de cuanta fuerza de voluntad necesitas sino de estar canalizándola adecuadamente. No se trata de que empujes o te esfuerces mucho, sino de que te esfuerces y concentres en el momento en el que hay que hacerlo.

¿De qué factores depende la voluntad?

1.- De lo motivado que estés ante el reto de dejar de fumar.

Este objetivo te tiene que motivar a ti. Y para que eso ocurra tienes que tener claro que vas a ganar si lo consigues y que vas a perder si no logras.

Con qué beneficio, importante para ti, asocias dejar de fumar y con qué dolor, difícil de llevar para ti, asocias el no hacerlo.

Pregúntate sin miedo por este beneficio y dolor. Cuando los tengas muy claros, tu motivación va a subir muchos enteros y tu voluntad se empieza a hacer “de hierro”.

Tu motivación difícilmente la vas a encontrar en las ganas que tienen otras personas de que tú dejes de fumar, salvo que para ti sea verdaderamente importante agradar o hacer feliz a esas personas.

2.- De que sientas que es alcanzable este objetivo en tu vida.

Si no, no deja de ser un sueño. Si crees que para ti es inalcanzable, entonces no le pondrás voluntad. Para que la voluntad salga tienes que sentir que es posible conseguirlo.

 Para ello es bueno que tengas referencias de personas que estando en una situación parecida a la tuya lo han conseguido.

 

Si ellos pueden, no lo dudes, ¡tú también puedes!

3.- De que le des valor a lo que estás haciendo y a lo que vas a lograr.

    Si lo asocias el proceso de dejar de fumar, a mucho valor, vas a generar el entusiasmo necesario para realizar el esfuerzo que implica conseguirlo.

    No deja de ser una actitud ante un proyecto, y tu actitud depende de tus pensamientos. Tus pensamientos generan emociones y tus emociones son las que ponen en marcha tu actitud ante cualquier reto que te plantees, como es aprender a vivir la vida sin la necesidad del tabaco.

Si te sientes capaz de hacerlo, lo conseguirás, aunque te cueste un poco.

 “Tanto si crees que puedes lograrlo, como si crees que no estás en lo cierto” (Henry Ford)

 No te minusvalores por no haberlo conseguido hasta ahora porque eso te debilita. Una recaída o no conseguirlo en un momento determinado es un aprendizaje, no un fracaso.

4.- La fuerza de voluntad implica actuar, persistir, esforzarse e inclusive frustrarse si algo no ha salido como deseabas.

    Que sientas rabia o frustración cuando no lo has conseguido no es malo, admite y reconoce esa emoción, no huyas de ella, admitirla te hará más fuerte.

    Ese dolor o frustración utilízalo como una palanca en la que apoyarte para coger un impulso mayor.

5.- Tu fuerza de voluntad va muy unida al cambio que quieres conseguir y lo que creas que te va a aportar conseguirlo o no.

    Si crees que no eres capaz de conseguirlo, ni lo intentarás.

Si crees que no conseguirlo será un fracaso, ante la posibilidad de que no tengas éxito te escudarás en que no tienes fuerza de voluntad para mejor no intentarlo.

    Así es que ya sabes, cuando te vuelvas a decir o vuelvas pensar que tú no tienes fuerza de voluntad para dejar de fumar, analiza estos aspectos y mira a ver dónde puede estar el problema que te impide aprender y hacer el esfuerzo necesario (que no tiene por qué ser mucho) para conseguirlo.

 

    Un error muy habitual es confundir la fuerza de voluntad para dejar de fumar con el sacrificio y el sufrimiento que piensas que implica.

El problema que muchas veces escondemos cuando nos decimos que no tenemos fuerza de voluntad, es que creemos que hay que hacer un gran esfuerzo para conseguir dejar de fumar. Cuando realmente si te ilusiona de verdad conseguirlo, tienes una razón importante para ti para lograrlo, sabes lo que tienes que hacer durante el proceso y te has dado cuenta de que creencias te están limitando para conseguirlo, toda la fuerza de voluntad necesaria para conseguirlo viene sola.

En tu vida tienes decenas de casos donde te puedes demostrar que te sobra fuerza de voluntad, piensa en ellos.

Tus logros académicos, tu puesto de trabajo, tener una familia, levantarte todos los días para realizar eso que debes hacer o que haces porque te gusta.

En todos esos casos tu motivación, tus razones, tu creencia de que puedes hacerlo, saber que el beneficio merece la pena el esfuerzo y saber que no eres un fracasado si no lo consigues en ese momento te aportaron toda la fuerza de voluntad que necesitaste para conseguir cada uno de tus logros en la vida.

Dejar de fumar es un logro más, uno de los buenos, de los que te marcan la vida para siempre y para bien.

Verás que es un gran acto de amor y respeto hacia ti.

No permitas que falsas creencias te priven de conseguir tu objetivo y ver a por él.

 

    ¡Te sobra fuerza de voluntad, cuando la enfocas correctamente!

 

Saber Vivir Sin Tabaco

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